Crisis y Creatividad: Salir del Refugio

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“Cuando los vientos de cambio soplan, algunos construyen refugios y se ponen a salvo…otros construyen molinos y se hacen ricos” Claus Möller.

En épocas de cambio lo que más hace falta es personas con espíritu emprendedor, sin embargo muchas veces el miedo que cunde durante las crisis hace que los emprendedores natos abandonen sus planes de independencia, se frustren, esperen subvenciones ilusorias, acaben en el paro y sus buenas ideas queden dormidas en un cajón.

¿Cómo podemos superar el bloqueo que experimentamos ante los miedos de lanzarnos o permanecer en la actividad emprendedora durante tiempos de crisis?

En primer lugar debemos comprender que todo emprendedor es intrínsecamente un artista. Piénsalo, ¿qué es un artista? Wikipedia nos dice: El artista es la persona que realiza o produce obras de arte.  En el artista casi siempre se supone una disposición especialmente sensible frente al mundo que lo rodea, lo que lo lleva a producir obras de arte. El artista es un individuo que ha desarrollado tanto su creatividad como la capacidad de comunicar lo que siente y piensa mediante el buen uso de la técnica.

Entonces, ¿podríamos estar de acuerdo en que un artista en un creador? Si un artista es un creador, podríamos decir que un creador, alguien que crea algo, un producto, un cuadro, un negocio, una escultura, una empresa, etc., es un artista.

Un emprendedor es una persona que se da cuenta de que puede ofrecer algo al mercado y lo crea, como el artista  tiene una disposición para detectar y captar las grietas de un sector y configurarse en una oferta.

Sobre todo una persona emprendedora es alguien que no tiene miedo a “volver a empezar”

Como artistas, los emprendedores experimentan bloqueos creativos. Cuando no saben como resolver los problemas que enfrentan, ya sean de índole financiera, habilidades de liderazgo o gestión del tiempo, y las circunstancias se hacen incontrolables, parecen ser un gran “monstruo” que les va a comer, se desaniman, pierden la perspectiva, se frustran, se deprimen, pierden la ilusión y el entusiasmo.

Un empresario bloqueado no tiene disponible la creatividad para dar respuestas a los desafíos que se van presentando y a menudo abandona sus emprendimientos poniendo como excusa la crisis. No olvidemos que ante las mismas circunstancias las personas se comportan de maneras distintas, produciendo resultados totalmente diferentes, Claus Möller un consultor danés que enseña a ejecutivos de todo el mundo sobre Inteligencia emocional lo dice muy bien: “Cuando los vientos de cambio soplan, algunos construyen refugios y se ponen a salvo…otros construyen molinos y se hacen ricos”.

¿Por dónde empiezo?

El primer paso es aceptar que estamos bloqueados e iniciar acciones para comenzar a salir del refugio. La mayoría de las veces cuando nos encontramos bloqueados en algún área de nuestra vida, es porque de esa manera nos sentimos más seguros. Una sabia maestra que tuve solía decir: “ Tal vez no somos felices, pero por lo meno sabemos lo que somos, infelices”. Gran parte del miedo a ser creativos, artistas, emprendedores, se debe al temor a lo desconocido. Si me lanzo a la creatividad ¿qué pasaría? ¿qué significaría para mí y para los otros? Hacemos muchas suposiciones para dar respuesta a estas preguntas, acerca de lo que “podría suceder” así es que en lugar de averiguarlo, decidimos seguir bloqueados. Esta decisión no es consciente, es una reacción a las creencias negativas internalizadas. Las creencias negativas, son creencias, no hechos, por lo tanto no son verdades irrefutables. El mundo no era plano, a pesar de que todos lo creían así. Si aceptamos que estamos bloqueados, podemos asumir que no sabemos cómo mejorar nuestra situación, si aceptamos que no sabemos cómo enfrentar ciertos problemas, podemos colocarnos como protagonistas de los retos, en lugar de culpar a otros sintiéndonos impotentes.

“Toma la vida en tus propias manos, ¿y qué sucede? Algo terrible: no hay nadie a quién culpar” (E. Jong).

Salir del victimismo nos posicionará como parte de la solución a nuestros desafíos. Algo que sin lugar a dudas empezara a hacernos sentir mucho mejor, porque seremos parte del asunto y parte por tanto de la solución.

La creatividad es una habilidad por tanto puede desarrollarse

La creatividad es una habilidad característica de los líderes, los artistas y los emprendedores. Sin embargo muchas veces escucho en mi consulta a personas muy capaces decir “yo no tengo talento” “yo no soy un artista”, “Yo no soy un líder”, “ya soy demasiado viejo/a para esto”. Estas afirmaciones son creencias negativas tan arraigadas, que les condicionan fuertemente para conectarse con la creatividad, lo que les aleja de la posibilidad de utilizarla para dar respuestas nuevas a las dificultades que atraviesan. Cuando les digo que a menudo, es la audacia y no el talento lo que hace de una persona un artista, fruncen el seño dudando, entonces les pido que recuerden que les motivó a iniciar tal o cual proyecto y así inician un proceso de reconexión con sus sueños. Es importante recordarse a uno mismo que, no es el que haya nacido con dones especiales, lo que hace de alguien un emprendedor exitoso, sino la capacidad de la persona de liberarse de sus temores, dar un paso al frente y exponer sus sueños a la luz a pesar del miedo a que se desvanezcan entre sus dedos.

De esta manera las personas comienzan a trabajar para “salir del refugio”.

La primera pregunta que han de responder es “¿qué harías si supieras que no vas a fracasar? Aquí empiezan a brillar en sus ojos, el niño que alguna vez fueron, conectados al sentido de lo es posible, tal y como ocurría cuando éramos niños, soñábamos, imaginábamos y nos entusiasmábamos con mucha facilidad, pero ese brillo enseguida se extingue, muchos emprendedores bloqueados han dejado de creer que son verdaderos artistas, creadores, porque juzgan que es insensato pensar así de sí mismos en la vida adulta y no se trata de insensatez, sino de miedo, de falta de confianza. Entonces les pregunto: ¿de qué tienes miedo?

En las respuestas a esta pregunta descubrimos juntos cuáles son las creencias negativas limitantes, que les mantienen paralizados e iniciamos un proceso para desecharlas. En las sesiones de coaching nos ocupamos de disolver los prejuicios que generan esos miedos paralizantes, al ridículo, a no ser innovador, a fracasar, a no ser suficientemente atractivos en el mercado de su sector, a volver a empezar, a no poder, etc. Nos enfocamos en recuperar sus fortalezas y en desarrollar la creatividad, como una herramienta vital para afrontar los desafíos. Aceptar que posees en tu interior un artista que desea expresarse, crear, realizar sus sueños y propósitos será el comienzo de una aventura. Para vivir una vida personal y profesionalmente creativa, debemos aprender a perder el miedo a equivocarnos, solo así seremos libres de ejercer nuestra creatividad en todo su potencial. 

En las clases de coaching para el desarrollo de la creatividad, cuando les propongo que se permitan actuar como principiantes, equivocarse y jugar, surge una hostilidad defensiva: “Si sigo así, ¿qué edad voy a tener cuando llegue el momento en que pueda emprender/liderar/tocar el piano/pintar/cantar/escribir/dirigir, decentemente?”

Sí, la misma edad que tendrás si no lo haces. De manera que, sal del refugio y ¡manos a la obra!

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